Una intensa agenda de actividades en Ñuble desarrolló la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, quien en compañía del intendente Martín Arrau y la seremi de Salud, Marta Bravo, presentaron a primera hora la Cuadrilla Sanitaria, cuyo accionar se centra en la educación de las medidas preventivas para evitar contagios de COVID-19.
“Hoy tengo el placer de estar en Chillán para inaugurar la sexta Cuadrilla Sanitaria a nivel nacional. En Ñuble son 20 profesionales del área de la salud y otras, que estarán recorriendo las 21 comunas de la región, con el objetivo de educar y promover el autocuidado en tiempos de pandemia. No estarán solamente educando. Sobre todo estarán escuchando a la ciudadanía para saber sus dudas, aprehensiones y las necesidades de cada vecino de y sus demandas en relación a la situación sanitaria”, explicó la autoridad, agregando que desde la Subsecretaría de Salud Pública se han creado varias guías “en relación a la prevención del contagio en distintos momentos de la vida diaria, a cómo enseñarles de autocuidado a los niños y niñas, al cuidado de la salud mental en cuarentena y al establecimiento de medidas básicas. Y esa es la información que estos jóvenes entregarán en el territorio, informando uno a uno a las personas”, acotó.
La presentación se realizó en la explanada de la Intendencia Regional con los tres vehículos que recorrerán las provincias junto a los profesionales de la Cuadrilla Sanitaria.
Pionero monitoreo de aguas servidas
Posteriormente las autoridades se trasladaron hasta el sector de la Plaza Héroes de Iquique de Chillán para observar en terreno la ejecución de un proyecto pionero a nivel nacional consistente en la extracción de aguas residuales para detectar presencia de COVID-19, y de esta forma identificar en qué lugares o zonas hay personas con la enfermedad y desarrollar, en base a esos indicadores, una eficiente Búsqueda Activa Comunitaria (BAC) de casos asintomáticos, o sintomatología leve. Es una iniciativa conjunta público-privada del Ministerio de Salud, Ministerio de Ciencia, Intendencia Regional de Ñuble, Universidad de Concepción, Instituto Sistema Complejos de Ingeniería (ISCI).
La subsecretaria Daza detalló que al analizar las aguas servidas, se puede detectar la carga viral a través de una predicción biológica. “Según la carga viral detectada, se puede predecir si hay algún caso o brote de la enfermedad en las zonas, comunidades o establecimientos donde se realiza la extracción de muestra. De esta manera, se puede diseñar un plan de Búsqueda Activa de Casos eficiente y certero en aquellos lugares donde se evidencia presencia de la enfermedad”.
“A la fecha se han generado más de tres alertas positivas gracias a este sistema, las cuales han logrado controlar y evitar brotes de COVID-19 en sectores de alto riesgo, como la Cárcel o un Establecimiento de Larga Estadía del Adulto Mayor (ELEAM) de la comuna de Chillán”, complementó la seremi de Ciencia, Paulina Assmann.
“Nos interesa este proyecto debido a su utilidad en el aspecto epidemiológico, por lo que seguiremos implementando esta estrategia en la Región de Ñuble y es por eso que hoy ampliaremos el estudio en la comuna de Chillán y lo pondremos en lugares en donde haya población de riesgo o un número de personas importantes que pueden estar padeciendo la enfermedad sin saberlo”, añadió la subsecretaria Daza.
Rafael Araos, asesor estratégico de COVID-19 del Minsal, puntualizó que el parámetro, de contar con la presencia o ausencia del coronavirus en aguas servidas, “nos va a permitir complementar y llenar espacios que aún no éramos capaces de llenar. Así que estamos súper entusiasmados que mediante de algo tan sencillo como el estudio de aguas residuales, podamos tener más información de la dinámica de la pandemia”.
Variable de movilidad para realizar BAC
Finalmente, la subsecretaria Daza junto a las autoridades locales se trasladaron hasta el sector de las artesanías de la Plazoleta Sargento Aldea, sector donde se realizó una Búsqueda Activa Comunitaria (BAC) determinada por una nueva variable incorporada a los mapas de calor analizados por el Minsal: la movilidad. Este proyecto se ejecuta en colaboración del Instituto de Sistemas Complejos en Ingeniería (ISCI) y ENTEL Ocean, que provee los datos de conexiones de teléfonos móviles a la infraestructura de telecomunicaciones.
“Lo que hace este proyecto es relacionar las variaciones de los patrones de movimiento con la tasa efectiva de contagios por zona, de manera de calcular un índice de riesgo en las diferentes zonas de destino. El índice de riesgo se puede visualizar en mapas de calor, que serán generados por ISCI semana a semana, considerando la última información epidemiológica y de movilidad de las personas por la ciudad. Los lugares que arrojen como puntos de calor, será donde estarán los móviles BAC. Y por eso hoy estamos aquí en el Mercado de Chillán porque es un punto caliente dentro de la ciudad durante la semana”, explicó Daza.
“Este tipo de alianzas son estratégicas, innovadoras, y muy interesantes desde el punto de vista epidemiológico porque nos permiten ir con mayor precisión a los lugares en los que existe la movilidad y buscar casos. La experiencia en Santiago ha sido positiva, con resultados que nos ha hecho expandir la experiencia hacia otros territorios”, añadió Araos.
Para fortalecer dicha búsqueda, la Intendencia de Ñuble dispuso de una ambulancia PCR Móvil que permitirá llegar a lugares más apartados e incrementar la capacidad de testeo.
Este estudio desarrolla un índice de riesgo, y usa información territorial de casos activos de Covid-19 generados por el Departamento de Epidemiología y de Emergencias y Desastres del Ministerio de Salud, junto a datos de movilidad aportados por el ISCI y Entel.
“El objetivo es identificar zonas riesgosas a nivel comunal y sus características temporales, para realizar testeos dirigidos e identificar casos asintomáticos de Covid-19 para cortar cadenas de transmisión. Si los resultados son positivos, esta estrategia se va a articular con la ya existente y escalar a nivel país”, dijo Charles Thraves, investigador de ISCI.