Estrategias nacen desde un diagnóstico participativo en el que las propias comunidades levantan necesidades e inquietudes que apuntan a mejorar su calidad de vida.
Un importante hito para la salud pública se concretó en la Región de Ñuble tras la firma de los convenios del Programa de Planes de Promoción de la Salud 2025-2028 con los municipios de la Región de Ñuble. Esta iniciativa, impulsada por el Ministerio de Salud, busca fortalecer las capacidades de los gobiernos locales para desarrollar entornos que mejoren la calidad de vida y el bienestar de todos los habitantes, mediante una estrategia que articula el trabajo intersectorial y la participación activa de la comunidad, con perspectiva territorial y que busque equidad en salud.
La firma de estos acuerdos se enmarca en las orientaciones del programa «Municipios, Comunas y Comunidades Saludables», una política pública cuyo objetivo es construir entornos que no solo prevengan enfermedades, sino que protejan y fortalezcan activamente la salud física y mental de la población, entendiendo la salud como un derecho fundamental que debe garantizarse en los espacios donde las personas nacen, crecen, trabajan y viven.
La estrategia, entre otras cosas, aborda la falta de espacios públicos adecuados y desigualdades socioeconómicas, por eso el área de trabajo considera tres dimensiones fundamentales: Alimentación Saludable, Actividad Física y Cohesión Social. Este enfoque integral busca generar cambios estructurales que faciliten decisiones más saludables en la vida cotidiana de las personas.
El Seremi de Salud (s) de Ñuble, Gustavo Rojas Medina, destacó la importancia de esta colaboración. «Con la firma de estos convenios, estamos materializando un compromiso profundo con la salud y el bienestar de cada comuna de nuestra región. No se trata solo de transferir recursos, sino de fortalecer una alianza estratégica con los alcaldes y sus equipos municipales, quienes son los actores clave para adaptar estas políticas a la realidad de sus territorios”, afirmó el Seremi (s), destacando que el rol de la institución sanitaria es facilitar los procesos y asegurar que cada acción contribuya a crear entornos donde la opción más fácil sea la más saludable para todas las familias. “Estamos convencidos de que este trabajo conjunto nos permitirá ver resultados concretos de mejoras en la calidad de vida de las personas», enfatizó.
El modelo de gestión contempla un trabajo coordinado en el que las Seremis de Salud acompañan y validan los procesos y los municipios lideran la ejecución de los planes a cuatro años, en sintonía con el período alcaldicio. El programa se estructura en cuatro componentes clave: la creación de Políticas y regulaciones locales, habilitación de espacios públicos, fomento de la participación comunitaria y la implementación de estrategias de comunicación y educación para la salud.
Realidades locales
Irene Oliva, encargada de Promoción de la Salud de Coihueco, explicó que las actividades a desarrollar en esa comuna se van a centrar principalmente a fortalecer los aspectos físicos de la población urbana y rural, abordando tres grandes problemáticas: malnutrición por exceso, para lo cual desarrollarán actividades de alimentación saludable; falta de actividad física, organizando caminatas y actividades recreativas, además de abordar la salud mental con intervención y conversatorios en todos los ciclos vitales.
En esa misma línea, la encargada de Ninhue, Jocelyn Aravena, valoró los recursos entregados por el Minsal, destacando que contribuyen hacia la creación de estilos de vida más saludables. “Ha sido un desafío incorporar a la comunidad en la planificación y desarrollo de estos planes, quedando plasmada la necesidad de potenciar la auto-sustentabilidad en los sectores rurales, especialmente en una posta rural en la que buscaremos disminuir las brechas de acceso a la actividad física, además de fortalecer el traspaso cultural desde los grupos etarios más longevos hacia los más jóvenes”.
Por su parte, Esteban Manríquez, encargado de San Fabián, afirmó que los fondos permitirán dar continuidad a actividades muy relevantes para esa comuna precordillerana, entre ellas, la realización de una corrida escolar que convoca a 300 personas, y que ahora será una actividad familiar, incluyendo a toda la comunidad con distintos circuitos y categorías, además de la recuperación y reparación de espacios deportivos.
Con la formalización de estos acuerdos, se da un paso decisivo para la construcción de comunas más justas, resilientes y saludables en todo el país, contribuyendo a que más personas y familias tengan la oportunidad real de vivir en un entorno que cuide de su bienestar integral.

















